Sobre la historia y la filosofía de la osteoaptía
¿Decretos incoherentes?
En lo que se refiere a los decretos que rigen el ejercicio de la profesión, usted habla de incoherencias.
¿ Podría dar un ejemplo ?
Podemos tomar como ejemplo el de los bebés.
Los decretos de aplicación de marzo de 2007 plantean serios límites para el tratamiento de los niños con menos de seis meses :
Solo autorizan la práctica de manipulaciones del cráneo, de la cara y del raquis en el lactante de menos de seis meses después del establecimiento de un diagnóstico médico que atestara « la ausencia de contra-indicación médica a la osteopatía. »
Esta limitación plantea como mínimo dos problemas mayores :
- El primero viene del hecho que la mayoría de los médicos, no conocen la osteopatía craneal o solo tienen de ella una imagen incompleta o errónea, no se imaginan hasta donde puede llegar. Con lo cual, no tienen ningún motivo para aceptar remitir un certificado de no contraindicación en lo que se refiere a unos cuidados que ellos no conocen…
- Además, un certificado de no contra-indicación compromete la responsabilidad del médico frente a la justicia, en caso de un eventual accidente. Cuando, hoy en día en Francia (con cierto retraso respecto a los Estados Unidos, pero sobre el mismo camino) los pacientes ya no dudan en atacar a los médicos, con el fin de obtener daños y perjuicios (el mismo problema se presente para los certificados de aptitudes deportivas).
- Entonces, ¿ qué médico aceptará otorgar un certificado de no contra-indicación para la osteopatía cuando ningún estudio serio ha validado esa práctica ?
- El segundo es corolario del primero : según los decretos, habría que esperar la edad de los seis meses para tratar al los bebés libremente. Cuando, sabemos que para un número importante de los problemas craneales del niño, es en las primeras semanas que el tratamiento tiene más probabilidades de ser eficiente. Pasada la edad de seis meses, algunos trastornos, algunas deformaciones no podrán ser reducidos nunca…
¿En Francia gente como Still?
En el momento que Still descubría la osteopatía en Estados Unidos, ¿ estamos seguros de que nadie en Francia (o en Europa) llevaba esa clase de investigaciones ?
Tolerados, los curanderos debían permanecer discretos con el fin de evitar tanto como posible ataques jurídicos con consecuencias particularmente importantes en aquella época.
Además su nivel bajo de conocimientos en ciencias básicas de la medicina y en filosofía, los confinaba a la práctica de su saber hacer. Muchos entre ellos ni siquiera eran letrados.
Estas barreras no existían en el Middle West americano en los tiempos de Still.
La libertad de mentalidad y de emprender de un pionero no se sabría comparar a las cortapisas culturales,sociales y jurídicas que ceñían la mayoría de los individuos de la vieja Europa.
Lo que hizo Still ha sido posible porque la medicina no estaba regulada y que las condiciones extremadamente precarias obligaban los individuos a buscar todas las soluciones posibles, incluso las más originales.
Elegir libremente los medios diagnósticos y terapéuticos, desterrar los cadáveres de los túmulos indios para autopsiarlos, testar sin reservas distintos sistemas, atreverse con originalidad a establecer un concepto que se opusiera al dogma médico, todo ello no era algo que uno se pudiera plantear en Francia en aquella época.
Además, Still quería algo más que un saber-hacer, estaba ansioso por una coherencia, lo que le permitió sacarle provecho a todas las corrientes terapéuticas y filosóficas con las que se encontró, particularmente la obra de Spencer.
En Francia, los curanderos
La curandería (1. f. Arte y práctica del curandero. NdT) es una técnica terapéutica ancestral que, desde la más alta Antigüedad ha sido practicada y enseñada en todas las grandes corrientes terapéuticas conocidas. En el transcurso de la historia, medicina y curandería se separaron, al intentar la corriente médica apartarse del empirismo a favor de una vía de saber, transmitido en las universidades y las facultades.
Esta vía no podía convenir a la curandería, esencialmente práctica, basada obre un saber-hacer, transmitido por medio del compagnonnage – « compañonaje » (1. Asociación entre miembros de una misma profesión con fines de instrucción profesional y asistencia mutua. NdT). Convencidos de su saber, pero a menudo privados de saber-hacer, los paladines del sistema médico, muy pronto se desmarcaron de esta corriente, hasta el punto de considerar los profesionales empíricos (cirujanos, curanderos, etc.) con condescendencia, incluso muchas veces con desprecio.
A finales del último siglo, los curanderos eran numerosos en Francia, sobre todo en las campañas. Debido a su eficacia y al servicio proporcionado, que el médico no podía proporcionar, eran relativamente tolerados.